A veces, la lombriz se miraba en el espejo y veía un escarabajo.
A veces, el escarabajo se miraba en el espejo y veía una lombriz.
Los dos se frotaban la barbilla muy despacio
y se observaban sorprendidos.
Así pasaron algunos meses hasta que una mañana acercaron
sus manos al cristal y se dieron cuenta de que no había espejo.
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(Publicado en la revista CLIJ: http://www.revistaclij.com/
Brebe y da que pensar, me gusta. En general tienes un blog bastante interesante. Desde ahora tienes un nuevo seguidor y te invito a que visites mi blog.Saludos
ResponderEliminarGracias, Johnny. Seguiré publicando cuentos como pulgas en el blog. He visitado el tuyo. Aunque estás un poco lejos, te invito a la presentación del libro en Madrid. Un saludo.
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