Te echo mucho de menos, compañera del alma.
Agradecida y honrada de haberte tenido treinta años en mi vida.
El 9 de junio siempre será agridulce.
Sigo cumpliendo la promesa que te hice. Un abrazo.
Con permiso del poeta Miguel Hernández:
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañera del alma, compañera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario