Aquí abro este espacio para los participantes en el curso de Escritura y Creatividad que estamos compartiendo en el Centro de Profesores de Mérida para vuestros microcuentos, imágenes y lo que consideréis oportuno.
Un saludo a todos.
Un saludo a todos.
Ilustración de Ester García para "Dónde van las tortugas cuando mueren"
(Por una tarde de Invierno al calor de la escritura compartida)
ResponderEliminarInvierno
Me asaltan los grises de tus días y envuelven momentos de mi infancia.
Ella se cubría con la toca y se ayudaba de la badila para espantar las hojas del calendario zaragozano que se habían adherido a la alambrera.
Ahora no tengo techo... las noches son largas.
Noches frías llenas de historias y aquel recuerdo.
Azul
ResponderEliminarAzul. Me recuerdas al lapislázuli de las olas golpeando tu puerta en una mañana que acaso anunciara un mar de charcos y silencios, como en las calles de Chaouen antes que del cielo asome el primer claro y se pose sobre la cama de tu hijo. Azul.
Azul. Me recuerdas a tus besos redondos, azules como gotas de agua del mar, olas de cielo que se concentran en bolas de lapislázuli, como flores en un pentagrama.
ResponderEliminarAzul de tardes de infancia, oleadas de recuerdos azules como agua que cubre el paso del tiempo navegando hacia un futuro incierto.Perdido en la cama estás...azul...yo aún estoy despierto.
ResponderEliminarAbro mi casa cerrada...
ResponderEliminarDejo entrar el arcoíris
dulce aroma de un amanecer florido ilumina mi mirada.
Un viento juguetón acaricia la fragancia de flores silvestres.
Es el mismo viento que se entretiene con las sábanas tendidas al sol.
Una lluvia fresca cae dando paso al silencio y al despertar de los pájaros.
Mejillas sonrosadas, bracitos al aire y pies desnudos corren chapoteando por los charcos, persiguen a las mariposas y tejen guirnaldas de amapolas.
En columpios se balancean cerca y lejos de las nubes, festival de colores que despierta la alegría.
Soy capaz de viajar al espacio con bragas de algodón,y un"Amor de madre" tatuado en el trasero.
ResponderEliminarDe repente se escucha un gran reactor buscado la cara oculta de la luna. ¿Puedes abrazar el sol sin sentir su calor? Soy capaz de todo esto y más.Por esto no tengo cuenta en Instagram
muy bueno, consiguió su objetivo, hacer reír...
EliminarSu vida era un pozo.
ResponderEliminarCALEIDOSCOPIOS DE CARAMELO
ResponderEliminarRepitiéndome un poco:
ResponderEliminarSi se acaban tus pesadillas, a quién iré a consolar en la noche.
Y ahora un microrrelato que no nos dio tiempo a leer:
Superpoderes
Soy capaz de encontrar todas las cosas: las que están en su sitio y las que no. Encontrar, por ejemplo, la escoba en el armario escobero, el hielo en el congelador, los calcetines divorciados en la goma de la lavadora...
Hoy he decido cederle a mi marido todos mis superpoderes, aunque eso me condene a una insulsa, melancólica y apacible mediocridad
Sofía, María Jesús (Yesu) y Olga
"Ultimatum"
ResponderEliminarSi me agitas bien puedo brillar y aunque nos conocimos en Media Markt y no salgo de la cocina, te recuerdo que soy eléctrica pero no soy chatín nada corriente.
El ciempiés se apostó todos sus calcetines en una partida de cartas. No tuvo suerte aquella noche y salió del casino cabizbajo con una gran pinza en su nariz.
ResponderEliminarEl fuerte viento de este miércoles ha hecho desaparecer las casitas de los tres cerditos. El lobo, ha declarado que no tiene ninguna relación con este incidente ya que estaba plácidamente durmiendo la siesta tras su gran comilona de los siete cabritillos.
ResponderEliminarContaba una a una las gotas de lluvia que caían sobre mi ventana, mientras tu rostro aparecía de nuevo en mi mente. No sé por qué, pero esos días lluviosos, siempre nos acercaban lentamente.
ResponderEliminarCuento de miedo
ResponderEliminarVi pasar a la abuela,
llevaba el mismo traje con el que la enterraron,
se me heló un grito en la garganta,
un escalofrío me recorrió el cuerpo.
Fui corriendo hacia su lápida,
sólo encontré la mortaja.
Alguien acarició mi espalda,
olía a venganza...
De repente sentí un puñal en mi costado...
Caí muerta en su tumba.
Silencio...
Azul,
ResponderEliminarme recuerdas al agua cristalina que despierta en ti tu inocente mirada,
aquella que me transmitía la felicidad más sincera,
a las dulces olas que te acariciaban el alma
aún cuando tu mar estaba envuelto en llamas.
Me recuerdas a aquel cielo soleado que te convertía de nuevo en niño en las tardes de verano.
Se busca chico con cualidades similares:
ResponderEliminarSoy capaz de aplaudir fuerte con mis orejas,
tocarme la barbilla con mi napia,
hacerme trenzas en el bigote
y hasta verte desnudo con mis ojos estrabiados.
Tengo un don...
Muchas gracias a todos por vuestra participación en el curso y a los que os estáis animando a escribir en el blog. A través de Ana os enviaré el material de las sesiones 8,9 y 10. Espero que las propuestas os sean de utilidad y os animen a fomentar la creatividad con vuestros alumnos.
ResponderEliminarEl cocodrilo se apostó todas sus lágrimas en una partida de cartas. No tuvo suerte aquella noche y salió del casino llorando de verdad por primera vez en su vida.
ResponderEliminarCanela
Sé que es canela y me encanta la canela pero no puedo escribir nada porque está claro que no tengo un vínculo emocional con ella. No me recuerda a mi abuela, cocinando manzanas asadas, ni a mi madre, preparando arroz con leche. No fueron grandes reposteras. Sus vidas fueron amargas hasta en los postres... Así que, es evidente. No puedo escribir sobre la canela.
Como siempre, ha sido un auténtico placer compartir estas tardes contigo. ¡Aprendo tanto! Para no olvidar lo importante y gratificante que es fomentar la creatividad de mis alumnos confieso que necesito ciertas dosis de «osesismo». Así que, por el bien de todos, espero que repitamos la experiencia muchas veces. Gracias, una vez más.